Si bien los niveles de optimismo neto para los mercados emergentes son más bajos que para sus contrapartes de los mercados desarrollados, los inversionistas están siendo más optimistas hacia mercados emergentes como la República Dominicana, según la versión 2024 del Índice Kearney de Confianza en la Inversión Extranjera Directa (Kearney FDI Confidence Index).
Basado en encuestas aplicadas en enero del presente año a ejecutivos de nivel C y líderes regionales y empresariales en 30 países, aunque descendió cuatro posiciones, la República Dominicana se mantiene dentro del top 25 del ranking de los mercados emergentes con más confianza para invertir. Dicha lista es encabezada por China, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
El 84 % de los encuestados indicó que planea mantener o buscar nuevas inversiones en los mercados emergentes, un 3 % más que el año pasado.
La República Dominicana es de los nueve países de América que integran el ranking de mercados emergentes realizado por segunda vez en los 26 años de la historia del FID Confidence Index de la consultora global Kearney. La acompañan Brasil, México, Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Colombia y Uruguay entre los más atractivos para invertir ahora y en los próximos tres años.
Optimismo pese a todo
En la nueva edición del índice global, Estados Unidos ocupa el primer puesto por duodécimo año consecutivo, seguido por Canadá y China, que sube a la tercera posición. “La fortaleza de la economía estadounidense (la de más rápido crecimiento del G7) y la recuperación de la confianza del consumidor probablemente respaldaron esta puntuación”, se señala.
A nivel general, la encuesta aplicada para elaborar el índice arrojó que los líderes empresariales muestran signos de mayor optimismo en las perspectivas de inversión y de inteligencia artificial durante los próximos tres años, aunque persisten las preocupaciones sobre los riesgos geopolíticos, la crisis climática y los altos niveles de disrupción tecnológica.
Los resultados sugieren que el optimismo de los inversionistas es alto y tiene el potencial de crecer aún más en los próximos tres años. El 88 % dijo que planeaba aumentar su inversión extranjera directa (IED) en los próximos tres años, un 6 % más que el año pasado.
Otro hallazgo notable es la falta de prioridad de los inversores a la transparencia y la falta de corrupción, y tasas impositivas y la facilidad de pago de impuestos entre los principales factores que consideran al decidir dónde invertir. Estos cayeron respectivamente de la primera y tercera posición el año pasado a la cuarta y séptima posición este año. En su lugar, las capacidades tecnológicas y de innovación, procesos legales y regulatorios eficientes, y la facilidad para mover capital dentro y fuera del país se encuentran entre los tres factores principales.
Sin embargo, los riesgos clave relacionados con las tensiones geopolíticas y un entorno regulatorio restrictivo cobran gran importancia. El 85 % cree que un aumento de las tensiones geopolíticas afectará las decisiones de inversión, y las empresas están tomando decisiones de hacer nearshore o friendshore como reacción a estas presiones persistentes.
Inteligencia artificial
Las empresas participantes en la encuesta tienen ingresos anuales de 500 millones de dólares o más. Las del sector de servicios representan el 46 % de los encuestados y las industriales el 45 %. El trabajo de campo arrojó una rapidez de la proliferación de la inteligencia artificial en este mundo de los negocios.
El 72 % de los inversores dice que está haciendo un uso significativo o moderado de la inteligencia artificial en sus operaciones comerciales. Anticipan que sus empresas la utilizarán para el servicio al cliente y chatbots, la automatización de procesos manuales y la mejora de la cadena de suministro.
El 63 % de los inversores dice que su organización realizará aumentos significativos o moderados en el uso de la inteligencia artificial para guiar sus decisiones de inversión. Los inversores citan el ahorro de costos o eficiencia y la precisión en la toma de decisiones como los principales beneficios que obtienen al utilizarla en su toma de decisiones.
El 64 % dice que anticipa que su organización ampliará el uso de la inteligencia artificial en la toma de decisiones de inversión durante los próximos tres años, y el 41 % prevé un aumento “significativo” o “moderado”. Sin embargo, el 82 % coincide en que las políticas y regulaciones de la inteligencia artificial influirán en el grado de su inversión en esa rama.