Me complace la oportunidad de exponer mi visión sobre la actualidad dominicana en la conferencia de Baker Tilly International en presencia, además, de los socios para la República Dominicana, D. Pedro Chalas y D. Nelson García Mella.

Resulta una distinción la invitación para dialogar con los socios de una firma de contabilidad y asesoría de negocios que ocupa el octavo lugar en el ranking mundial. Entremos en materia.

República Dominicana se encuentra actualmente en una coyuntura interesante. El período constitucional del Presidente, Lic. Danilo Medina Sánchez transcurre en su tercer año de un mandato de cuatro, en los cuales su política de inclusión social, de asignación de un presupuesto equivalente al 4% del PIB para la educación, apoyo al sector salud y seguridad, permanente impulso al sector agrícola, y construcción de obras de infraestructura puntuales y necesarias, que impulsan otros sectores de la economía nacional, como es el caso del Boulevard Turístico de Punta Cana, y fomentan la inversión privada (este mes se inició la construcción de dos hoteles en Punta Cana y en octubre entrará en operación el puerto de cruceros Carnival en Puerto Plata), han resultado en una gestión exitosa y de amplio espectro, que le ha permitido alcanzar  una tasa de aprobación a su gestión de hasta un 80%, convirtiéndolo en el Presidente mejor valorado de Latinoamérica y el Caribe, según  encuestas y mediciones internacionales reconocidas (encuestadora mexicana Mitofsky, entre otras).

Esta alta aprobación ha inducido, inclusive, la modificación del artículo 124 de nuestra Carta Magna para adoptar  el modelo norteamericano y permitir al Lic. Medina optar por un nuevo período presidencial en las elecciones de mayo del 2016.

Por otra parte, el Lic. Luis Abinader, con 47 años de edad,  formado en el mundo empresarial privado, con experiencia en los sectores educación, turismo, construcción y energía, y miembro de una familia con gran tradición política, acaba de ser proclamado como el candidato presidencial por el Partido Revolucionario Moderno, que hasta el momento las encuestas de opinión política identifican como el principal partido de oposición.

Esto significa que en las elecciones pautadas para el año próximo nuestro país escogerá para la presidencia entre un estadista probado, Danilo Medina y Luis Abinader que aparece como la nueva esperanza de muchos dominicanos por un cambio de gobierno.

Ustedes se preguntarán por qué inicio mi intervención en una reunión internacional con un comentario sobre la política local en una sala en el que la mayoría de los presentes son extranjeros, y he sido convocado para hablar sobre de “las bondades que ofrece la República Dominicana a la inversión extranjera, y en particular al Turismo”.

La razón es muy sencilla, si no hay estabilidad política y democracia no hay inversión extranjera. Si no hay seguridad jurídica no hay inversión extranjera. Si no hay instituciones que funcionan y un contrapeso entre el sector público y privado, no hay inversión extranjera.

La República Dominicana constituye una historia de éxito en el modelo de desarrollo para la inversión extranjera, y al ser la mayor economía de la Región, atrae inversiones sustanciales en los principales sectores de su economía, entre ellos, el turismo, las zonas francas, las telecomunicaciones y  la minería.

Nuestro país ha logrado establecerse como uno de los líderes en la región en promover y retener la inversión de capitales extranjeros. ¿Cómo lo ha logrado, donde están los desafíos y las oportunidades?

En primer lugar, debemos reconocer que nuestra condición geográfica, la cual nos sitúa en el mismo corazón del Caribe, ha sido uno de los factores que nos ha favorecido debido al aspecto logístico de la exportación de nuestros productos y servicios a mercados como el de Estados Unidos, Europa, el Caribe y Latinoamérica. En momentos en los cuales el costo del transporte sensibiliza la competitividad, estar bien ubicado sin dudas es una gran ventaja competitiva.

A partir de la década de los 90, la inversión extranjera en República Dominicana ha gozado de un notorio repunte cuando se comenzaron a aplicar reformas estructurales tendentes a facilitar el clima de negocios en el país. En sintonía con lo anterior, el Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones (CEDOPEX) se convirtió en el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), contribuyendo a que el país se posicione como el líder del Caribe para la atracción de inversión extranjera directa; la cual, según el Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Lic. Héctor Valdez Albizu, pasó de US$7,684 millones en 2004 a US$26,549 millones al cierre del 2013, para un incremento de US$18,865 millones, equivalente a un aumento de 245.5% en 10 años; alcanzado niveles sin precedentes, cada año, desde 2004.

Por demás, el país abrió las puertas de acceso a importantes mercados a través de acuerdos bilaterales y multilaterales que favorecen el comercio internacional y el clima de negocios. Desde el DR-CAFTA, que nos abrió las puertas a los mercados de Centro América y de Estados Unidos (ya antes gozábamos de los beneficios del Plan Reagan); al Caricom, que otorga facilidades en el Caribe; hasta el EPA, el cual reabrió las fronteras con el viejo mundo. Estos acuerdos potencializan nuestras capacidades, otorgándonos la habilidad de llegar a un mercado de más de 100 Millones de habitantes.

Contamos con una infraestructura vial que cada año ha ido superándose, consolidándose como una de las más modernas del Caribe; complementada con 12 puertos marítimos y 8 aeropuertos internacionales, que nos permitieron recibir a más de 5.6 millones de turistas en el 2014, y unos 2.6 millones en los primeros 5 meses del año; de los cuales más del 60% arribaron por el Aeropuerto Internacional de Punta Cana (2.9 millones el año pasado), igual que ustedes.

Contamos con una red de telecomunicaciones  que está a la altura de las mejores de toda América Latina, haciendo aún más efectiva la comunicación entre los jugadores del comercio, y permitiendo la ejecución de proyectos de la mano de tecnología de punta confiable.

Así las cosas, la Inversión Extranjera Directa (IED) es una de las principales fuentes de ingresos de divisas, generación de empleos y dinamización de la economía de la República Dominicana. De acuerdo con estadísticas oficiales del Banco Central de la República Dominicana, durante los últimos seis (6) años el ingreso de divisas fruto de inversión extranjera directa fue de US$14,339.6 millones, para un promedio anual de US$2,390 millones.

 La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reportó que el año pasado disminuyó la  IED en América Latina y el Caribe, pero la República Dominicana y Trinidad y Tobago se mantuvieron como los mayores receptores de IED del Caribe,  con el 37% y el 23% respectivamente.

Según la CEPAL, “de las economías del Caribe, las entradas de IED recibidas por la República Dominicana son las más equilibradas en cuanto a su distribución entre recursos naturales, manufacturas, turismo y otros servicios”.

La CEPAL estima que los ingresos provenientes de IED en la República Dominicana representaron poco menos de un 4% del PIB. Según estadísticas del Banco Central de la República Dominicana, el año pasado los flujos de inversión extranjera ascendieron a US$ 2,208.5 millones.

Al cierre de 2014, la inversión extranjera directa aumentó US$247.1 millones respecto al cierre de 2013, para un crecimiento de 12.4%, debiéndose esto esencialmente al aumento de las inversiones en los sectores comercial, energía y turismo (28.7%, 16.3% y 13.4% respectivamente), lo que ratifica que la República Dominicana se consolida como un destino atractivo para las inversiones extranjeras.

Estados Unidos es la principal fuente de inversión extranjera en República Dominicana con 5,588 Millones de Dólares, seguido por Canadá con más de 4,000 Millones de Dólares, España con más de 3,400 Millones, México con 1,800 Millones de Dólares y el Reino Unido con 966 Millones Dólares durante el período 1990-2011.

En definitiva, hemos puesto empeño y dedicación para crear las condiciones dirigidas a atraer la inversión extranjera.

Nuestra Constitución, proclamada el 26 de Enero de 2010, señala en su artículo 25 sobre el Régimen de extranjería, que los extranjeros y extranjeras tienen en la República Dominicana los mismos derechos y deberes que los nacionales.

Por su parte, el Artículo 221 sobre la igualdad de tratamiento, establece que la actividad empresarial, pública o privada, recibe el mismo trato legal y que se garantiza la igualdad de condiciones a la inversión nacional y extranjera, con las limitaciones establecidas en esta Constitución y las leyes. La Carta Magna abunda indicando que la ley podrá conceder tratamientos especiales a las inversiones que se localicen en zonas de menor grado de desarrollo o en actividades de interés nacional, en particular las ubicadas en las provincias fronterizas.

La Ley No. 16-95 sobre el Fomento a la Inversión Extranjera, de fecha 20 de noviembre de 1995, establece:

• Trato igualitario para los inversionistas extranjeros

 •Repatriación del 100 por ciento de los beneficios

• Libre convertibilidad de fondos

• Libre acceso a la moneda internacional a través de los bancos locales y del Banco Central de la República Dominicana.

Otro de los beneficios que se otorga a los extranjeros que invierten un mínimo US$200,000.00 en el país, es que podrán de un trámite expreso en la obtención de permisos de residencia  en un plazo máximo de 45 días.

Además, nuestra Carta Constitutiva postula en su artículo 244 “las exenciones, exoneraciones, reducciones o limitaciones de impuestos, contribuciones o derechos fiscales o municipales a obras o empresas hacia las que convenga atraer la inversión de nuevos capitales para el fomento de la economía nacional o para cualquier otro objeto de interés social”. Es así como diversos sectores de la economía, como el de energía renovable y el turismo, gozan de atractivos incentivos que persiguen atraer nuevas inversiones.

Lo indicado precedentemente son factores claves para la atracción de inversión extranjera al país.

Pasemos ahora a ver el más dinámico sector de nuestra economía, el TURISMO.

Algunas de las políticas públicas más exitosas para el desarrollo del turismo en el país han sido:

PRIMERO: Apostar al desarrollo de  diversos destinos turísticos, con un esquema de incentivos fiscales. Tenemos cinco destinos turísticos internacionalmente acreditados, Punta Cana-Bávaro, Puerto Plata, Santo Domingo, Samaná y Barahona

SEGUNDO: Haber apoyado la inversión privada para el desarrollo del Aeropuerto Internacional de Punta Cana (AIPC). Sin aeropuerto, no hubiera habido desarrollo del destino, al menos no como lo conocemos hoy. El AIPC recibe un 65% deltotal de pasajeros arribados al país (de los 5.6 pasajeros que arribaron al país el año pasado, 2.9 pasajeros llegaron por el AIPC), y es un modelo tal de eficiencia que está en proceso de obtención de aprobación por las autoridades norteamericanas de lo que se conoce como el “pre-clearance”, que no es más que llevar a cabo migración y aduanas norteamericanas en el aeropuerto en que se origina el vuelo con destino a los Estados Unidos, que adquiere la condición de vuelo interno con todas las ventajas que eso conlleva para los pasajeros. Más aun, la CEPAL posiciona al AIPC en el sexto lugar, del ranking de principales ampliaciones de aeropuertos, con la inversión en un orden superior a 100 millones de dólares, además de proyectarlo con una capacidad estimada futura de10 millones de pasajeros.

TERCERO: Construir 8 aeropuertos internacionales, no siempre con éxito, pero estratégicamente ubicados a lo largo del territorio nacional.

CUARTO: Desarrollar  una correcta política en materia de aviación civil,  de “cielos abiertos” y;

QUINTO: Desarrollar una exitosa política de inversión en infraestructura vial.

SEXTO: Desarrollar una exitosa política de promoción turística

La República Dominicana mantiene el liderazgo en el Caribe en términos de llegadas internacionales, así como de habitaciones hoteleras. Los esfuerzos del sector público y el sector privado de 40 años están a la vista.

Recientemente fue modificada nuestra Ley sobre Fomento al Desarrollo Turístico, para favorecer con incentivos fiscales a las inversiones turísticas en todo el territorio nacional.  Anteriormente, estos incentivos eran exclusivos para algunas regiones consideradas con de escaso desarrollo. Además el período de exención fiscal fue aumentado de 10 a 15 años.

La nueva ley también establece incentivos para la inversión en renovación y modernización de las infraestructuras turísticas con un mínimo de 5 y 15 años de existencia.  Incluye también las exenciones fiscales para la primera adquisición de inmuebles en los proyectos turísticos inmobiliarios.

En definitiva, el Estado tuvo una experiencia exitosa con el régimen de exenciones fiscales que anteriormente beneficiaba a proyectos nuevos ubicados en polos específicos del país, razón por la cual ahora beneficia tanto a proyectos nuevos, como a aquellos que necesitan mejorar su planta física, indistintamente del lugar en el que se encuentren.

El régimen de incentivos y la política de apoyo al turismo del presidente Medina está dando muy buenos resultados. Desde el año pasado tenemos en servicio 1,500 habitaciones en nuevos hoteles o en hoteles ampliados, 2740 habitaciones en hoteles renovados o en proceso de renovación, y se ha iniciado la construcción de más de seis mil habitaciones que estarán entrando en servicio a partir del 2016.

A las políticas públicas y a nuestra condición de país líder en el apoyo al desarrollo turístico, se suma que República Dominicana cuenta con valiosos atractivos naturales. Según el cuarto Informe Nacional de Biodiversidad de la República Dominicana elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el país está catalogado como uno de los países del Caribe insular con más alta biodiversidad y endemismo. Este reconocimiento se debe a la diversidad de nuestros ecosistemas, comunidades naturales, así como al nivel  y géneros de las especies con la que compartimos esta media isla.

Antes de terminar mi intervención, debo referirme a un tema coyuntural de la República Dominicana que ocupa la atención local e internacional y que está relacionado con el turismo y las inversiones.

La nueva política migratoria del Gobierno ha recibido críticas de personalidades e instituciones internacionales que a mi parecer, en este momento, no merecemos y sería hasta una irresponsabilidad de mi parte no comentar ante un foro de esta naturaleza, con una audiencia principalmente compuesta por  invitados extranjeros de las condiciones de los presentes.

Durante más de un siglo, los sucesivos gobiernos no actuaron con responsabilidad en el manejo de las migraciones procedentes de nuestro vecino país,  Haití. En períodos, incluso, la alentaron en busca de mano de obra barata. Esta política de Laissez faire Laissez pase, dejar hacer, dejar pasar, se convirtió en un problema que se agravó en los últimos años hasta crear una especie de caos migratorio con una presencia de inmigrantes indocumentados que se estima ha llegado  a alcanzar cerca del 10% de la población local.

La crítica internacional al Plan de Regularización de Migrantes indocumentados es infundada, ya que es parte de una información errónea creada por eventos ya superados. Se entiende que este proyecto, creado con el firme propósito de poner orden en el caos migratorio, incluye la privación de la nacionalidad a miles de dominicanos de ascendencia haitiana, incluso asentados en el registro civil durante un largo período en que la nacionalidad se adquiría por el JUS SOLIS, cuestión que se mantuvo en nuestra constitución hasta el año 2010.

Esta situación fue superada por iniciativa del Presidente Medina en el 2014, cuando se aprobó una Ley que reconoce la nacionalidad a todos los descendientes de inmigrantes inscritos en el Registro Civil antes del 2011, derecho que también ampara a sus descendientes aun cuando no hayan sido asentados. Esta decisión del Congreso de la República ya entró en vigencia, se ha publicado la lista de los más de 53 mil que están en esta condición, el Registro Civil ha iniciado la expedición de la documentación que los ampara a quienes lo han solicitado, y la Junta Central Electoral ya está emitiendo la Cédula de Identidad y Electoral a quienes han agotado el trámite correspondiente.

El plan de regularización de inmigrantes, un hecho sin precedentes en el país y la región, si bien ha tenido inconvenientes porque es una nueva experiencia de política migratoria, está saliendo adelante y a la fecha 288 mil extranjeros radicados ilegalmente en territorio nacional, principalmente haitianos, se han inscrito para regularizar su estatus migratorio.

El Gobierno y la Dirección General de Migración han reiterado el compromiso de que la repatriación de extranjeros indocumentados se hará respetando los derechos y la dignidad de las personas en tal situación. El protocolo de actuación de las autoridades establece procedimientos precisos que evitan las repatriaciones masivas. La primera señal de la política del Gobierno es que hasta el momento no se ha detenido ningún extranjero y que en cambio Migración está dando asistencia a los haitianos que desean regresar a su país por voluntad propia, sin hacer un registro de los que se marchan para que puedan optar en el futuro por un regreso autorizado de acuerdo a las leyes. En los primeros seis (6) días más de 17 mil haitianos han regresado voluntariamente a su país.

Esta es la razón por la cual las críticas son infundadas y entendemos que se deben a un ambiente de prejuicios y desinformación sobre lo que está ocurriendo en nuestro país, y sobre la forma en que el Gobierno está aplicando la nueva política migratoria, campo en que el presidente Medina hace lo que nunca antes se había hecho en el país para poner orden en el caos migratorio.

Finalmente, agradezco sobremanera a Baker Tilly International por el amable gesto de invitarme a compartir con todos ustedes las grandes oportunidades de la República Dominicana de cara a la inversión extranjera y al principal sector de la economía nacional, el sector turismo.

Puedo afirmar que República Dominicana es un país exitoso en turismo, con retos y desafíos que atender, pero en definitiva, en la búsqueda del crecimiento y el desarrollo están nuestras oportunidades.

Muchas gracias!


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