La sugerencia la hizo Enrique de Marchena Kaluche, ex presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA), en una conferencia en la que afirmó que es esta zona lo que le hace falta principalmente es el liderazgo, empoderamiento, entusiasmo y la creatividad que convirtió esta región en un pujante destino en los años ochenta. La actividad fue patrocinada por el Clúster Turístico y Cultural de Puerto Plata y de la Asociación de Operadores Turísticos (OPETUR).
Dijo que al éxito ha seguido la perdida -en los últimos 10 años- de más de 3 mil habitaciones hoteleras y una reducción las llegadas de más de 300 mil turistas, y “el esfuerzo para revertir esto es una tarea de profesionales y emprendedores, de los sectores privado y público”, que fue lo que aportó los logros anteriores.
Afirmó que la provincia tiene una “infinidad de oportunidades”, y “tiene opción de futuro, pero ese potencial de recuperación solo depende de nosotros”, porque ahora como en el pasado los éxitos serán “producto de un concierto de muchas voluntades, mucho trabajo y el aprovechamiento de sus múltiples potencialidades”.
De Marchena, ex presidente de Asonahores, advirtió que muchos creen “que todo se resuelve con dinero, o que el Estado lo debe hacer casi todo, y no es así”; y el caso de Puerto Plata es un ejemplo porque su desarrollo lo produjo un “concierto de voluntades del sector público y del sector privado; con la visión y la profesionalidad que existía entonces en el Banco Central y el Ministerio de Turismo, pero con el empredurismo” de los empresarios y líderes locales.
Opinó que uno de los fallos del proceso es que en Puerto Plata “no se desarrolló una clase empresarial que entienda el negocio, comprometida con el turismo”, aunque citó como excepción la Familia Mercedes encabezada por el desaparecido empresario Isidro Mercedes, que sostiene el grupo “VH Hoteles Resorts”, con tres hoteles en Playa Dorada, incluyendo uno boutique con reconocimiento internacional.
Explicó que para él cuando se habla de Puerto Plata como “destino maduro”, entiende que eso de “maduro es más un reflejo de la ausencia de liderazgo e innovación que del cansancio de los años”, porque los destinos pueden tener declives, pero “se reinventan”, pero esto sólo se logra con visión, capacidad asociativa, emprendurismo, promoción y esfuerzo mancomunado público y privado, que es lo sobró en el inicio de Puerto Plata.
De Marchena señaló que Puerto Plata debe actualizar su plan de desarrollo turístico, hacer un calendario de trabajo, un plan de inversiones “y ¡ejecutarlo!”. También hacer la promoción del destino. “Con excepción de Playa Dorada, el resto de la provincia lo que necesita principalmente es liderazgo, empoderamiento, trabajo concertado de profesionales nacionales y extranjeros y voluntad política”.