Sirvió a la República Dominicana desde la función pública en su paso por la diplomacia (ONU 1960-1966), que por demás le permitió “ver el mundo” en tiempos muy difíciles para el país, pero se reservó sus mejores aportes para impulsarlos desde su firma de abogados, su púlpito, que convirtió en un centro de estudios jurídico-empresarial.

Su paso por la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) (1966-1968), en una época de completa ebullición, sin dudas, lo marcó.

Se unió a Jonathan Russin para fundar Kirkwood, Kaplan, Russin, Vechi, el primer bufete de abogados de origen estadounidense en el país.

Estando claras sus aspiraciones se fue a Georgetown University. Casado y con cuatro hijos menores, toda una saga, e hizo un Máster en Derecho Comparado (1972), que le sirvió para completar su visión, y lo llevó a alcanzar el deseado status de socio titular de la firma, hoy Russin, Vechi & Heredia Bonetti.

Donde está su legado:

En el orden personal, fue un gran familiar y un gran amigo de sus amigos. Con sus exquisitos modales y un irrestricto apego a la ética, sirvió a todo el que reclamó sus sabios consejos y hasta el que no los solicitó. Nunca olvidaré cuando una tarde descendiendo a Santo Domingo por la carretera turística de Puerto Plata en 1990, me dio los que siempre he considerado los mejores consejos para mi matrimonio.

En el orden profesional, no solo fue fundador de la primera firma de abogados internacional en el país, hace ya 45 años, fue centro de formación de una cantera de abogados en el país, formados con una moderna visión del ejercicio de la profesión, orientada hacia el servicio al cliente y las nuevas prácticas jurídicas que asomaban en el mundo. Fue propulsor de un sinnúmero de iniciativas en renglones ligados a la inversión extranjera, tan diversos como las zonas francas industriales, el turismo, la agroindustria, derecho laboral y derecho de la competencia y otros. Creó los Coloquios Jurídicos para discutir mensualmente temas de interés nacional y el Centro de Derecho Empresarial (CEDEMPRESA). En los coloquios jurídicos abrió la oportunidad a jóvenes abogados a exponer sus ideas.

Recuerdo un coloquio jurídico donde participé como orador junto al Dr. Bernardo Vega, quien había salido meses atrás de la gobernación del Banco Central, con el tema “Derecho e Inflación”. Un sueño hecho realidad para un bisoño abogado, compartir escenario con un erudito del calibre del Dr. Vega Boyre.

En el orden institucional, sirvió a APEC desinteresadamente toda su vida. En FUNDAPEC que la sentía como un legado, la misión que le había dejado su tío, don Santana Bonetti, tocó a miles de estudiantes dominicanos de escasos recursos con el crédito educativo; llegando a presidir la organización de crédito educativo para Latinoamérica. Era una autoridad en el tema no solo a nivel nacional sino internacional. La educación era claramente un compromiso de él con las futuras generaciones.

La Semana Dominicana en EEUU que ya cumplió 20 años, fue su legado tras su vida y viajes a EEUU, su presidencia en la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM), institución que sentía muy de él, como uno de los más preclaros promotores del país desde el sector privado.

Luis Heredia Bonetti puso a disposición de todos sus más de 25 años de relaciones en los más elevados estamentos de los Estados Unidos, desde la Casa Blanca pasando por la Secretaría de Estado como también el Black Caucus y el Congreso norteamericano. Lo anterior sin olvidar su relación con la diáspora dominicana y la Academia.

En definitiva, se nos ha ido un MAESTRO, un mentor, un padre, un amigo, pero sobretodo un forjador de ideas y ejecutor de iniciativas valiosas, un gran dominicano, UN ADELANTADO. Paz y gloria a sus restos.

Enrique De Marchena Kaluche

Socio Gerente

DMK Abogados-Central Law

Fuente: Listín Diario


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