El Banco Mundial (BM) planteó ayer un escenario moderado en el que revisa a la baja las tendencias de crecimiento de países de América Latina y el Caribe (ALC), incluido República Dominicana. La institución redujo del 4.9 % que había pronosticado en enero pasado a 4.4 % el crecimiento local para este 2023. Pese a la leve disminución, el país se encuentra entre las economías de mayor crecimiento.

William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del BM, presentó ayer, en una conferencia de prensa, el más reciente informe de la entidad: “El potencial de la integración: oportunidades en una economía global cambiante”, destacando que “para República Dominicana se espera un crecimiento de 4.4 % para este 2023 y de 5 % de cara al 2024-2025”.

De hecho, sostuvo que la perspectiva regional, en cuanto al producto interno bruto (PIB), indica que los países en su conjunto crecerán 1.4 % en 2023, una tasa inferior a la anticipada. En cambio, se esperan tasas de 2.4 % para 2024 y 2025, “demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza”.

Vecinos inciden

De 28 países analizados y comparados por el organismo internacional, República Dominicana se encuentra entre los de mejor desempeño, a diferencia de Haití, cuyo balance promedio del PIB fue desfavorable durante cinco años consecutivos. El banco estima mejoría a partir del próximo año: la proyección pasaría de -1.1 % este 2023 a 1.5 % en 2024

Diario Libre tuvo la oportunidad de preguntar el nivel de incidencia que tiene para el desempeño económico de República Dominicana la complicada situación socioeconómica que se vive en Haití, para conocer si la variación sobre las inversiones y la economía se veían presionadas.

La respuesta de Maloney no fue específica, pero sí alentadora. “La situación que se vive en Haití es tremenda y envuelve varios aspectos generales, por lo que República Dominicana no puede controlar por sí sola la situación”, advirtió.

Maloney aseguró que desde el Banco Mundial mantendrán su apoyo a ambos países en procura de que se puedan financiar los proyectos esenciales que alivien problemáticas sociales.

Falta integración regional

El representante del BM explicó que América Latina y el Caribe tiene un “enorme potencial”, tanto en sus áreas tradicionales de ventaja comparativa como en ámbitos nuevos que surgen de la economía verde. El desafío sigue siendo el de movilizar inversiones y conocimientos para aprovechar estas oportunidades y construir economías diversificadas y dinámicas. 

En ese orden, reseñó que, en los últimos 20 años, la región no aprovechó los beneficios de una mayor integración a la economía mundial en términos de economías de escala, transferencia de conocimientos, tecnología y capital. 

Pese a no poseer una respuesta concreta sobre la disminución en las expectativas de crecimiento, sostuvo que la exposición al comercio en general se estancó y la inversión extranjera directa disminuyó en la mayoría de los países, incluso cuando el nearshoring y el reshoring se han vuelto más comunes. 

Para mejorarlo, planteó la necesidad de ampliar la exposición al comercio y aprovechar las ventajas comparativas. “Es primordial si la región busca elevar su tasa de crecimiento, expandirse a nuevos sectores de servicios, reducir su huella ambiental y aprovechar sus ventajas comparativas según la ubicación geográfica de destinos”, puntualizó. 


Fuente:

Diario Libre

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