El Banco Central anunció este jueves que las autoridades monetarias del país van a continuar la receta de aplicación de medidas que contribuyan con la expansión económica para lograr la recuperación y retomar la senda del crecimiento.

En un documento sobre la incidencia de los precios internacionales del petróleo y las materias primas sobre la inflación local, el Banco Central señaló que los aumentos son coyunturales por la pandemia del covid-19, por lo que los mercados tienden a ir a la normalidad.

«Todo parece indicar que los principales gobernantes y reguladores a nivel internacional están concentrados en enfrentar la crisis de salud y sus consecuencias en la actividad económica, para lo cual se espera que continúen las medidas de expansión fiscal y monetaria, al margen de las incipientes presiones en los precios internos, las cuales, como se ha explicado, se consideran de carácter transitorio», indica el documento del Banco Central.

A continuación el documento del Banco Central:

Uno de los temas económicos más discutidos en la actualidad en la opinión pública nacional es el comportamiento alcista registrado por los precios de algunos alimentos y materias primas, principalmente el petróleo, en los mercados internacionales y su incidencia en la inflación doméstica.

La discusión tiene su origen en que recientemente los precios de venta de diversos artículos de primera necesidad, sobre todo de carácter agro-alimentario, han presentado aumentos, generando preocupación en la población.

Dada la importancia de este tema en la formación de las expectativas de los agentes económicos, resulta pertinente y oportuno aclarar algunos aspectos centrales de esta tendencia observada en el nivel de precios. Para estos fines, y en cumplimiento con el propósito institucional de llevar certidumbre y mantener debidamente informada a la sociedad dominicana, se presenta un análisis del impacto que han tenido estos aumentos de los precios globales de las materias primas y los alimentos en la inflación dominicana, destacando sus canales de transmisión y su carácter transitorio.

El documento concluye esbozando las perspectivas de la inflación bajo la actual política monetaria.

Es preciso destacar que varios analistas y estudiosos del ámbito económico nacional se han referido al tema de los incrementos de precios, con toda validez, pero en algunos casos han expresado consideraciones pesimistas, como aquellas que atribuyen un carácter de mayor permanencia a este aumento transitorio de la inflación.

En contraste con estos argumentos, el gobernador del Banco Central, Lic. Héctor Valdez Albizu, y más recientemente el presidente Luis Abinader y otros funcionarios del equipo económico del gobierno, han externado públicamente su convicción de que el aumento de precios tiene su origen en los mercados internacionales y responde a factores completamente transitorios y coyunturales que deberán irse disipando a medida que se modere la pandemia, la producción continúe su proceso de recuperación gradual y se acelere la llegada de turistas al país en el marco de una campaña efectiva de vacunación.

¿Cuáles factores externos inciden en el aumento de precios básicos en RD?
De acuerdo a la teoría económica neoclásica, los precios de los bienes y servicios responden a factores que inciden en su oferta y su demanda.

En el caso de economías abiertas, como la dominicana, es necesario incorporar el componente de inflación importada, cuyo principal canal de transmisión es el sector externo. Se puede afirmar que en el caso dominicano uno de los factores que más incide en el nivel de precios domésticos es el precio internacional del petróleo.

Esto así, dada la alta incidencia de los precios de los hidrocarburos en los costos internos de producción, principalmente vía la facturación energética y el transporte de mercancías.

En ese sentido, como señalara el presidente Abinader en una exposición a los directores de medios de comunicación sobre los aumentos recientes de precios, se trata de un fenómeno económico mundial, originado en los incrementos de las materias primas y los alimentos, y no en un proceso interno que responda a acciones del gobierno.

Tomando en cuenta esta realidad, se han adoptado decisiones de política pública para moderar el impacto en los precios domésticos de estos eventos, tales como la siembra de productos de ciclo corto para aumentar la oferta de alimentos de la canasta básica, el apoyo irrestricto a los mercados de productores, y la intervención por parte del Ministerio de Industria y Comercio para reducir la incidencia del precio del petróleo en el mercado local.

Informaciones al 10 de marzo revelan que el precio del petróleo registra un significativo aumento cercano al 87.5 % en los últimos 12 meses y de 32.8 % en lo que va de año.

El precio actual del crudo West Texas Intermediate, o WTI, ronda los US$65 por barril, luego de registrar valores negativos hacia marzo del pasado año y de cerrar el año 2020 con un valor de US$48.52.

La noticia positiva es que datos provenientes de los contratos a futuro del crudo, reportados por la plataforma digital Bloomberg, indican que los precios del WTI hacia finales de diciembre del presente año rondan los US$60 por barril, valor inferior al nivel actual en unos US$5. Para la misma fecha del próximo 2022, dichos contratos registran un precio incluso menor, cercano a los US$55 por barril, o sea, unos US$10 por debajo del precio actual. Estas informaciones apoyan el hecho de que el aumento de los precios del crudo es de naturaleza momentánea, y que dichos precios estarían moderándose en los próximos meses, respecto a los niveles actuales.

En adición al petróleo, los precios de los productos de la canasta básica dominicana han experimentado incrementos recientes debido a factores externos, particularmente al aumento de precios en los mercados globales de commodities como el sorgo, el trigo, el maíz y la soya, entre otros. En esta línea, los precios del sorgo, la soya y el maíz, experimentaron notables incrementos de 98.0 %, 61.7 %, y 44.1 %, respectivamente, durante el último año.

En cuanto al trigo, el aumento ha sido de 23.5 % durante los últimos 12 meses.

Estos aumentos en las cotizaciones de las materias primas señaladas, muchas de las cuales conforman insumos para la producción de otros rubros agropecuarios, avícolas e industriales, se han debido, fundamentalmente, a una sobre demanda de cereales y alimentos en el mercado mundial. Este incremento en la demanda ha sido exacerbado por economías emergentes como la China, que fue la primera en recuperarse de la crisis generada por el COVID-19, provocando mayores costos y restricciones a la movilidad marítima de mercancía, dada una escasez temporal de contenedores a nivel global.

Si bien muchos países se han beneficiado de la tendencia alcista en los precios de los commodities, como, por ejemplo, el caso de México y Brasil con el petróleo, y de Chile con el cobre, el caso dominicano, al igual que el de otros países de Centroamérica, revela que las economías netamente importadoras de materias primas, resultan ser más severamente golpeadas por los incrementos de los precios internacionales.

Resulta claro que, a pesar de un entorno internacional aún incierto debido al tema de la pandemia, las variaciones en los precios domésticos de países como el nuestro, están explicadas por factores de origen externo y son de naturaleza transitoria, debiendo los precios converger hacia su nivel de equilibrio en el contexto global.

En una reciente alocución frente al Comité Bancario del Senado de los Estados Unidos (EE.UU.), el economista Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (FED), dijo que a pesar del estímulo monetario implementado por la FED desde inicios del pasado año a través de la compra masiva de instrumentos financieros para inyectar liquidez, el nivel de inflación en dicho país sigue estando por debajo del objetivo de largo plazo de 2 %.

Anteriormente el mismo Sr. Powell ha señalado que la prioridad continúa siendo la superación de la crisis sanitaria y su consecuente efecto en la reactivación económica, dejando claro que el principal objetivo de política en estos momentos ya no es la inflación.

Otras autoridades a nivel global, si bien no ven la inflación como una preocupación de muy corto plazo, tampoco han negado el hecho de que la política monetaria expansiva implementada por la mayoría de los países empieza a tener sus efectos sobre los precios.

Política monetaria e inflación: Algunas perspectivas
Como es bien conocido en la teoría y en la práctica monetaria, toda medida de política conlleva un período de transmisión hacia el sector financiero y real.

No se trata de medidas automáticas que una vez tomadas conllevan un efecto inmediato en el aparato productivo a través de los canales de financiamiento.

Las cosas toman su tiempo, y es por este motivo que las distintas medidas expansivas adoptadas por los bancos centrales del mundo en el marco de la actual pandemia han sido concebidas bajo un enfoque transitorio y anticíclico, es decir, para combatir la recesión ocasionada por la crisis sanitaria, hasta tanto se logren las condiciones económicas para las cuales fueron creadas.

En el caso específico dominicano, las medidas de política monetaria adoptadas por las autoridades han contribuido a catalizar el proceso de recuperación de nuestra economía mediante una baja en los tipos de interés vía la reducción de la tasa de política monetaria en 150 puntos básicos, de 4.50 % a 3.00 % anual; a la vez que se ha implementado una significativa batería de instrumentos orientados a incrementar la liquidez en la economía en unos RD$215 mil millones, para ser canalizados por las entidades financieras a las empresas y hogares a nivel nacional. Todo esto con el fin de coadyuvar a un crecimiento económico en torno al 6 % para 2021, en un marco de estabilidad cambiaria y de precios, conforme a su mandato constitucional.

En cuanto a la política fiscal, también se han adoptado medidas para impulsar la economía y proteger a la población.

En ese sentido, el presidente Luis Abinader, en su discurso ante la Asamblea Nacional el pasado 27 de febrero, destacó algunos de los proyectos de inversión más importantes, como: La carretera del Ámbar (Santiago-Puerto Plata), las circunvalaciones de Baní, Azua y San Francisco de Macorís, la extensión de la primera línea del metro, la ampliación de la autopista Duarte, y los proyectos de vivienda social Familia Feliz y Domingo Savio.

Asimismo, los planes de desarrollo turístico de las provincias de Pedernales y Samaná, la ampliación del puerto de Manzanillo, y muchas otras iniciativas de inversión pública, que contemplan el esquema de financiamiento mixto bajo la modalidad de alianzas públicas-privadas.

De seguro que estas importantes iniciativas contribuirán a agilizar el ritmo de recuperación de la actividad económica a nivel nacional.

Por otro lado, las presiones inflacionarias señaladas hasta el momento corresponden a alimentos básicos, situación que ya está siendo abordada con éxito por el Gobierno a través de sus organismos competentes con el fin de mitigar cualquier impacto en el mediano plazo, a través de planes de abastecimiento y monitoreo de precios. Si bien la inflación anualizada al mes de diciembre 2020 fue de 5.55 %, y las inflaciones mensuales de enero y febrero del presente año alcanzaron 0.97 % y 0.68 %, respectivamente, es de esperarse que la inflación interanual converja a la meta del Programa Monetario en el horizonte de política, y se sitúe en torno al 4 %, una vez hayan sido rebasados los efectos transitorios antes señalados.

La opinión de que este fenómeno en los precios de las materias primas es transitorio, también es compartida por organismos internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional, cuya economista jefa, la Sra. Gita Gopinath, afirmó hace unos días que el plan de estímulo económico del presidente Biden aprobado por el congreso de los EE.UU. podría ejercer presiones inflacionarias cercanas al 2.25% interanual para 2022, lo cual consideró como “nada preocupante”, de acuerdo a sus propias palabras.
Reflexiones finales
Todo lo anteriormente señalado, junto a mejores previsiones de crecimiento de la FED para la economía estadounidense este año (4.2 %), luego de una caída de -2.4 % en 2020, así como una notable recuperación del mercado laboral en dicho país, pasando la tasa de desempleo de 14.7 % en abril 2020 a cerca de un 7 % en la actualidad, sumado a las favorables perspectivas que brinda el proceso de vacunación vigente, apunta a un mayor dinamismo en la producción y el empleo, que por igual razón deberá transmitirse a la economía dominicana a través de los canales de las remesas, las zonas francas y turismo.

Como también se ha señalado recientemente, la oferta exportable dominicana muestra favorables niveles de diversificación, que, junto a la mejoría en las perspectivas de crecimiento económico internacional, conforman un gran aliciente para aumentar el ingreso de divisas en la economía dominicana, sobre todo en momentos en que nuestra principal fuente de generación, el turismo, se encuentra aún en niveles muy por debajo de los registrados antes de la pandemia.

Otro elemento favorable para la economía dominicana es el ambicioso paquete de estímulo complementario del presidente Biden por US$1.9 billones. Al ser EE.UU. el principal aliado comercial de República Dominicana, es de esperarse que cualquier mejoría en el nivel de ingreso y acceso a financiamiento productivo que pueda tener su población, de seguro tendrá una incidencia positiva en el desempeño de las remesas, la inversión extranjera directa, las exportaciones, el turismo y otros indicadores externos.

Es importante resaltar que el sector de zonas francas ya se encuentra operando a un 98 % de su capacidad, y que el turismo ha iniciado un proceso de incremento gradual en la llegada de turistas que deberá acelerarse para el resto del año, tal como ha señalado el ministro de Turismo, quien junto a los principales actores privados se encuentra realizando ingentes esfuerzos para relanzar el sector. Esta percepción es compartida en un estudio de tendencias de la prestigiosa revista The Economist, donde se afirma que el turismo volverá fortalecido en la segunda mitad de 2021.

Finalmente, surge la pregunta: ¿En qué dirección deberán continuar los esfuerzos de política? Todo parece indicar que los principales gobernantes y reguladores a nivel internacional están concentrados en enfrentar la crisis de salud y sus consecuencias en la actividad económica, para lo cual se espera que continúen las medidas de expansión fiscal y monetaria, al margen de las incipientes presiones en los precios internos, las cuales, como se ha explicado, se consideran de carácter transitorio.

En este sentido, el Banco Central se mantendrá vigilante del comportamiento y evolución de los precios a nivel nacional, y tomará cualquier medida que estime necesaria para mantener la estabilidad de los precios, conforme su mandato constitucional y los instrumentos de política disponibles.

 

Fuente: El Dinero[:en]The Central Bank announced this Thursday that the country’s monetary authorities will continue the recipe for applying measures that contribute to economic expansion to achieve recovery and return to the path of growth.

In a document on the incidence of international prices of oil and raw materials on local inflation, the Central Bank pointed out that the increases are temporary due to the covid-19 pandemic, so the markets tend to go back to normal.

“Everything seems to indicate that the main leaders and regulators at the international level are focused on facing the health crisis and its consequences on economic activity, for which it is expected that the fiscal and monetary expansion measures will continue, regardless of the incipient pressures in domestic prices, which, as explained, are considered transitory, «the Central Bank document indicates.

Here is the Central Bank document:

One of the most discussed economic issues currently in national public opinion is the upward behavior registered by the prices of some foods and raw materials, mainly oil, in international markets and its impact on domestic inflation.

The discussion stems from the fact that recently the sale prices of various basic necessities, especially those of an agro-food nature, have increased, generating concern among the population.

Given the importance of this issue in the formation of the expectations of economic agents, it is pertinent and opportune to clarify some central aspects of this trend observed at the price level. For these purposes, and in compliance with the institutional purpose of bringing certainty and keeping Dominican society duly informed, an analysis is presented of the impact that these increases in global prices of raw materials and food have had on Dominican inflation. highlighting its transmission channels and its transitory nature.

The document concludes by outlining the outlook for inflation under the current monetary policy.

It should be noted that several analysts and scholars of the national economic sphere have referred to the issue of price increases, with full validity, but in some cases, they have expressed pessimistic considerations, such as those that attribute a more permanent character to this transitory increase in prices. inflation.

In contrast to these arguments, the Governor of the Central Bank, Lic. Héctor Valdez Albizu, and more recently President Luis Abinader and other officials of the government’s economic team, have publicly expressed their conviction that the price increase has its origin in the international markets and responds to completely transitory and conjunctural factors that should gradually dissipate as the pandemic moderates, production continues its gradual recovery process and the arrival of tourists to the country accelerates within the framework of an effective vaccination campaign.

What external factors influence the increase in basic prices in the DR?
According to neoclassical economic theory, the prices of goods and services respond to factors that affect their supply and demand.

In the case of open economies, such as the Dominican one, it is necessary to incorporate the imported inflation component, whose main transmission channel is the external sector. It can be said that in the Dominican case one of the factors that most affect the level of domestic prices is the international price of oil.

This is so, given the high incidence of hydrocarbon prices on internal production costs, mainly via energy billing and freight transport.

In that sense, as President Abinader pointed out in a presentation to the directors of the media about recent price increases, it is a global economic phenomenon, originated in the increases in raw materials and food, and not in an internal process that responds to government actions.

Taking this reality into account, public policy decisions have been adopted to moderate the impact on domestic prices of these events, such as the planting of short-cycle products to increase the supply of food from the basic basket, the unrestricted support for producer markets, and intervention by the Ministry of Industry and Commerce to reduce the incidence of oil prices in the local market.

Information as of March 10 reveals that the price of oil registers a significant increase close to 87.5% in the last 12 months and 32.8% so far this year.

The current price of West Texas Intermediate crude, or WTI, is around US$65 per barrel, after registering negative values ​​towards March of last year and closing the year 2020 with a value of US$48.52.

The positive news is that data from crude futures contracts, reported by the Bloomberg digital platform, indicate that WTI prices at the end of December of this year are around US$60 per barrel, a value lower than the current level by about US $ $ 5. For the same date next 2022, these contracts register an even lower price, close to US$55 per barrel, that is, about US$10 below the current price. This information supports the fact that the increase in crude oil prices is momentary in nature, and that these prices will be moderating in the coming months, compared to current levels.

In addition to oil, the prices of the products of the Dominican basic basket have experienced recent increases due to external factors, particularly the increase in prices in the global markets of commodities such as sorghum, wheat, corn, and soybeans, among others. . In this line, the prices of sorghum, soybeans, and corn experienced notable increases of 98.0%, 61.7%, and 44.1%, respectively, during the last year.

As for wheat, the increase has been 23.5% during the last 12 months.

These increases in the prices of the aforementioned raw materials, many of which constitute inputs for the production of other agricultural, poultry, and industrial items, have been mainly due to an over-demand for cereals and food in the world market. This increase in demand has been exacerbated by emerging economies such as China, which was the first to recover from the crisis generated by COVID-19, causing higher costs and restrictions on the maritime mobility of merchandise, given a temporary shortage of containers to a global level.

Although many countries have benefited from the upward trend in commodity prices, such as, for example, the case of Mexico and Brazil with oil, and Chile with copper, the Dominican case, as well as that of others Central American countries, reveals that the economies that are net importers of raw materials, turn out to be more severely hit by the increases in international prices.

It is clear that, despite an international environment that is still uncertain due to the issue of the pandemic, the variations in domestic prices in countries like ours are explained by factors of external origin and are transitory in nature, with prices having to converge towards their equilibrium level in the global context.

In a recent address to the Banking Committee of the Senate of the United States (USA), the economist Jerome Powell, president of the Federal Reserve (FED), said that despite the monetary stimulus implemented by the FED since the beginning of the past year through the massive purchase of financial instruments to inject liquidity, the level of inflation in that country continues to be below the long-term objective of 2%.

Previously, Mr. Powell himself has indicated that the priority continues to be overcoming the health crisis and its consequent effect on the economic reactivation, making it clear that the main policy objective at this time is no longer inflation.

Other authorities at the global level, although they do not see inflation as a very short-term concern, neither have they denied the fact that the expansionary monetary policy implemented by most countries is beginning to have its effects on prices.

Monetary Policy and Inflation: Some Perspectives
As is well known in monetary theory and practice, all policy measures entail a period of transmission to the financial and real sector.

These are not automatic measures that, once taken, have an immediate effect on the productive apparatus through financing channels.

Things take time, and it is for this reason that the various expansionary measures adopted by the world’s central banks in the framework of the current pandemic have been conceived under a transitory and counter-cyclical approach, that is, to combat the recession caused by the health crisis, until the economic conditions for which they were created are achieved.

In the specific case of the Dominican Republic, the monetary policy measures adopted by the authorities have contributed to catalyzing the recovery process of our economy through a drop in interest rates via the reduction of the monetary policy rate by 150 basis points, from 4.50. % to 3.00% annually; At the same time, a significant battery of instruments have been implemented aimed at increasing liquidity in the economy by some RD $ 215 billion, to be channeled by financial entities to companies and households nationwide. All this in order to contribute to the economic growth of around 6% by 2021, in a framework of exchange and price stability, in accordance with its constitutional mandate.

Regarding fiscal policy, measures have also been taken to boost the economy and protect the population.

In this sense, President Luis Abinader, in his speech before the National Assembly on February 27, highlighted some of the most important investment projects, such as: The Ámbar highway (Santiago-Puerto Plata), the Baní ring roads, Azua and San Francisco de Macorís, the extension of the first metro line, the extension of the Duarte highway, and the Familia Feliz and Domingo Savio social housing projects.

Likewise, the tourism development plans of the Pedernales and Samaná provinces, the expansion of the Manzanillo port, and many other public investment initiatives, which contemplate the mixed financing scheme under the modality of public-private alliances.

These important initiatives will surely help speed up the pace of recovery of economic activity at the national level.

On the other hand, the inflationary pressures indicated so far correspond to staple foods, a situation that is already being successfully addressed by the Government through its competent agencies in order to mitigate any impact in the medium term, through plans for sourcing and price monitoring. Although annualized inflation as of December 2020 was 5.55%, and monthly inflation for January and February of this year reached 0.97% and 0.68%, respectively, it is expected that interannual inflation will converge to the goal of the Monetary Program in the policy horizon, and is around 4%, once the aforementioned transitory effects have been exceeded.

The opinion that this phenomenon in the prices of raw materials is transitory is also shared by international organizations, such as the International Monetary Fund, whose chief economist, Ms. Gita Gopinath, stated a few days ago that the economic stimulus plan of President Biden approved by the US Congress could exert inflationary pressures close to 2.25% year-on-year by 2022, which he considered as “nothing worrisome”, according to his own words.
Final thoughts
All of the aforementioned, together with better forecasts of growth of the FED for the US economy this year (4.2%), after a fall of -2.4% in 2020, as well as a notable recovery of the labor market in that country, passing the Unemployment rate from 14.7% in April 2020 to around 7% today, added to the favorable prospects provided by the current vaccination process, points to greater dynamism in production and employment, which for the same reason should be transmitted to the Dominican economy through the channels of remittances, free zones, and tourism.

As has also been recently pointed out, the Dominican exportable supply shows favorable levels of diversification, which, together with the improvement in the prospects for international economic growth, constitute a great incentive to increase the inflow of foreign currency in the Dominican economy, especially at times in which our main source of generation, tourism, is still at levels well below those registered before the pandemic.

Another favorable element for the Dominican economy is President Biden’s ambitious supplementary stimulus package for US$1.9 trillion. As the United States is the main commercial ally of the Dominican Republic, it is to be expected that any improvement in the level of income and access to productive financing that its population may have, will surely have a positive impact on the performance of remittances, foreign direct investment, exports, tourism, and other external indicators.[:]


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