La Unidad de Inteligencia de la prestigiosa revista británica en su informe del 19 de diciembre de 2013, editada por Anna Szterenfeld, proyecta que la creación de empleos formales en la economía será débil, y las remesas registrarán un crecimiento moderado, a lo que se sumará una baja demanda en el consumo privado. De hecho, el reporte sobre el comportamiento de la economía del país ofrecido de manera preliminar por el Banco Central señala que el empleo abierto cerró en un 7.0%, mientras el desempleo ampliado culminó en un 15%, un nivel un poco más elevado que en 2012, a pesar del aporte de casi 70,000 nuevos puestos en la economía durante 2013. En el caso de las remesas, el informe del Banco Central indica un crecimiento anual de 3.3%, frente al decrecimiento de 1.1% de 2012, lo que infiere que de cierta forma el informe de The Economist estima un revés.
Según la publicación de la revista británica, en 2013 el gobierno dominicano se apretó “el cinturón”, produciendo una contracción en el gasto público, comportamiento que también se reflejó en el consumo privado por el aumento de impuestos, pero este año “esos factores se disiparán”. Reitera a su vez que el reforzamiento del crecimiento económico de 2014 estará sustentado en las exportaciones de bienes y servicios, fundamentalmente de oro. Las proyecciones de crecimiento en RD, fue de 2.9% en 2013, 4.3% para 2014 y de 4.4% entre 2015 y 2018, basado en la premisa de un crecimiento en el comercio global y del crecimiento de las exportaciones mineras y del turismo. En sus perspectivas para 2014-2018 la Unidad de Inteligencia del Economist espera que el déficit fiscal vuelva a reducirse cuando se ajusten los gastos. Luego de 2016, asume que el gobierno comenzará a tratar las transferencias que otorga a la industria eléctrica, que, entre otros ajustes del gasto, permitirían que el déficit se sitúe en 2.1% del PIB en promedio en 2017-2018.
En términos de la economía global, cita especialmente la recuperación proyectada para EE.UU. en 2014, lo cual será un apoyo para el intercambio comercial, las inversiones, las remesas y el turismo. Afirma que luego de una demanda doméstica “tibia” en 2013, la agricultura seguirá siendo un importante empleador (a pesar de representar sólo un 6% del PIB); y se beneficiará de los programas de apoyo gubernamental.
La manufactura de zonas francas crecerá modestamente, aunque seguirá encarando fuerte competencia de Asia y otros productores regionales (aunque alguna producción china ha retornado al Caribe por las alzas en los costos en China). La manufactura local tuvo un bajo rendimiento debido a la pobre demanda doméstica, que tendrá una ligera recuperación en 2014. En cuanto a la producción industrial, esta se verá impulsada por la actividad minera, especialmente el oro, Los servicios, particularmente el turismo, mejorarán su desempeño y proveerán la mayor tajada del crecimiento. La participación del sector en el PIB promediará más del 66% entre 2014-2016.
Fuente: Listín Diario